Este año la Solemnidad del Apóstol Santiago tenía muchas connotaciones especiales. A pesar de tratarse de un Año Santo, las limitaciones impuestas por la pandemia limitaron mucho la presencia de fieles o peregrinos. Con todo, procuramos tener una celebración lo más solemne posible.
La fiesta de la Transfiguración del Señor, titular de nuestro Monasterio de San Salvador, también tuvimos que celebrarla con notables limitaciones. Con todo, el padre Eduardo y el padre Juan Antonio celebraban los 24 años de su profesión solemne, por lo que fue una gran alegría el poderlo celebrar juntos.