

NUESTRA VIDA
San Benito
La búsqueda de Dios es para san Benito el elemento fundamental de toda vocación monástica. Así lo recoge precisamente en el capítulo 58 dedicado a la admisión de candidatos.
Nuestra forma de vida viene pues, definida para san Benito por ese deseo de Dios. Todo en el monasterio, la organización del día a día, los tiempos de oración y de trabajo, las relaciones entre los hermanos, la obediencia al superior, nuestra actividad pastoral, el trato con el mundo exterior y muchas otras dimensiones de nuestra vida, viene condicionado por ese movimiento fundamental que nos lleva a Dios.
Tal vez definir una jornada monástica en el monasterio pueda servir para hacernos una idea clara de cómo el monje de Monte Irago vive esa particular búsqueda de Dios en el aquí y ahora de nuestra comunidad.
Oficio de Vigilias
Los monjes comienzan la jornada a las 6 de la mañana y poco después, a las 6.30 celebran en la Sala Capitular del Monasterio el Oficio de Vigilias. Las Vigilias es una de las oraciones nocturnas que quiere consagrar también ese momento de la noche, cuando todo parece todavía estar entregado al descanso antes de comenzar una nueva jornada.
La lectio divina
“La ociosidad es enemiga del alma, y por ello a ciertas horas se ocuparán los hermanos en el trabajo manual y a otras en la lectura divina”
La oración para San Benito no es solo un ejercicio comunitario sino que San Benito da mucha importancia a la oración particular. Es por ello que después de las Vigilias los monjes se dedican durante un tiempo a la lectio divina, oración centrada fundamentalmente en la lectura tranquila y reposada de la Biblia, de Comentarios de los Santos Padres, o de alguna lectura espiritual.
Laudes
Terminado el tiempo dedicado a la lectio, los monjes se reúnen a las 7.30 ya en la iglesia para el canto de los Laudes, la oración de la mañana. Allí junto con peregrinos y huéspedes alaban a Dios al comienzo de cada jornada por la obra admirable de una Creación que nace cada mañana, recibiendo al Sol que nace de lo alto, y que nos acompañará a lo largo de un nuevo día.
Inmediatamente después los hermanos junto con los huéspedes y peregrinos tienen en común el desayuno.

Eucaristía
Para el cristiano, la celebración de la eucaristía es el centro de toda la vida. Por eso cada día a las 9.00 de la mañana -domingos a las 12.30- celebramos el que es el sacramento de nuestra fe junto con los peregrinos y gentes del pueblo.
Trabajo
“...se ocuparán los hermanos en el trabajo manual…”
Otra de las dimensiones fundamentales de la vida monástica es el trabajo
"pues serán verdaderamente monjes si viven del trabajo de sus manos”
Comida
Justo antes de comer, se reúnen los hermanos de nuevo en la Sala Capitular del monasterio para el rezo de la Hora Media a las 13.45. Después junto con los huéspedes y los peregrinos, tenemos la comida del mediodía. Ésta viene precedida por una lectura bíblica. Durante la comida se mantiene un silencio respetuoso que permita al monje y al huésped continuar con un ambiente de tranquilidad y recogimiento.

Pastoral
Después de un tiempo de descanso, el monje dedica la tarde al trabajo. Si la mañana se centra en trabajos más de carácter domésticos, la tarde en el monasterio tiene una dimensión más pastoral. Para entonces muchos de los peregrinos ya han llegado a Rabanal. Nuestra presencia en los Refugios, el diálogo y la escucha de peregrinos que se acercan al monasterio para hablar con los monjes y la atención de grupos ocupan gran parte de este tiempo. Junto a estas tareas, también hay que mencionar el servicio que prestamos en nuestra pequeña tienda, las labores administrativas y la atención a varias parroquias de la zona.
Vísperas
A las 19.00 llega uno de los momentos más intensos de la jornada con la celebración del Oficio de Vísperas en la Iglesia. Son muchos los peregrinos que se acercan a celebrar con nosotros esta oración de la tarde, para dar gracias a Dios cuando ya el día va terminando. Como todas las oraciones litúrgicas el canto de los salmos se alterna con alguna lectura. Monjes y peregrinos unidos una vez más en oración delante del Señor. Terminadas las Vísperas se ofrece la oportunidad bien de celebrar el sacramento de la confesión o bien de tener un momento para hablar personalmente con un monje.
Cena
La cena a las 20.30 se desarrolla en una ambiente familiar. Es un momento propicio para compartir con huéspedes y peregrinos no solo la jornada que ahora toca a su fin, sino que es oportunidad para dialogar, compartido las experiencias del Camino o de la vida de la comunidad.
Completas
La oración de Completas a las 21.30 pone punto final a la jornada. Es una oración de carácter íntimo que abre las puertas de la noche y, por tanto, del merecido descanso nocturno. Terminado el rezo de Completas, el superior imparte la Bendición de Peregrinos a todos cuantos se han acercado a la Iglesia a rezar juntos.
Gran silencio
Según la tradición monástica, a partir de este momento comenzamos el así llamado gran silencio. Es un tiempo para recogerse en uno mismo, para terminar el día en silencio y soledad, en los que Dios gusta de hacerse especialmente presente.
